Para dar a conocer todas sus novedades, proyectos y mostrar todo su potencial, los responsables de SWM organizaron un “World Test Ride” en la renovada factoría de Biandronno-Varese (Italia) con los principales medios de comunicación del mundo, donde fuimos invitados, en el llamado “Racing Chromosomes”.
HISTORIA SWM MOTORCYCLES
Para todos aquellos que no conocen la marca SWM, vamos a hacer un rápido resumen de su historia. La “Speedy Working Motors” nació en Milan en 1971 de la mano de Pietro Sironi y Fausto Vergani, con el objetivo de fabricar motos específicas de todo terreno, unas motos exclusivas de gran calidad, con base de chasis de fabricación propia y motores 2T, primero de la marca Sachs y después Rotax, con cilindradas desde 50cc hasta 350cc, motos que se encontraban avanzadas a su tiempo y que fueron muy competitivas, tanto en la especialidad del Enduro, Motocross, como en Trial. A pesar de su alto precio, superaban a la mayoría de las marcas de motos todo terreno del momento, tanto por sus características técnicas, como por componentes y prestaciones.
Al igual que una gran parte de la industria italiana de la época de los setenta, la filosofía de SWM se caracterizaba por limitarse a diseñar y desarrollar, dejando la fabricación de los componentes clave a cada uno de los especialistas del sector. Gracias a ello, podían disponer de motos muy competitivas de manera más rápida y con una inversión inicial mucho menor.
A la vez, también fabricaron algunos ciclomotores, pero realmente su principal mercado se volcó en el todo terreno, consiguiendo a nivel deportivo, el título Mundial de Trial en 1981 con el francés Gilles Burgat, además de diferentes victorias internacionales y nacionales en las diversas especialidades.
Desafortunadamente, SWM cesó su actividad en 1984 y aunque se intentó reflotarla como SVM, definitivamente cerró en 1987.
LLEGA UNA REARMADA NUEVA SWM
En el año 2014 SWM resurge de sus cenizas, después de un importante acuerdo entre el ingeniero de Varese Ampelio Macchi (anteriormente responsable de diseño en Cagiva, Aprilia y Husqvarna) y Daxing Gong, un importante empresario chino del gigante Grupo Shineray que produce diversas maquinarias entre ellas motos y coches.
Una vez superados dos años de intenso trabajo y habiendo ya fabricado hasta 4.000 motos, ahora podemos confirmar que SWM vuelve con fuerza, aportando nuevas ideas a sus modelos y entrando de lleno en otros segmentos, con objetivos ambiciosos, preferencias diferentes a las anteriores, para adaptarse a las modas y necesidades de los tiempos actuales, buscando una parte más comercial, eso sí, perdiendo parte de su pasado más auténtico.
En la nueva SWM están decididos a conquistar el mercado, en principio con la mirada puesta en Italia, para seguir a nivel mundial. De hecho, la respuesta obtenida ya es satisfactoria, teniendo en cuenta que su primeriza red comercial ya tiene presencia en una gran parte de los principales países del mundo.
SWM A PUNTO PARA CONQUISTAR EL MERCADO
Lo primero que hizo SWM fue adquirir la anterior factoría de Husqvarna, que ya fue renovada y modernizada por su propietario BMW, además quiso recuperar una parte de los extrabajadores, gente bien preparada y experimenta, ahora son unos 70 empleados dirigidos por el diseñador Macchi.
Empezaron con las motos de enduro, partiendo de una base prácticamente idéntica a las más que probadas Husqvarna de la anterior generación. Mismo chasis y motor, aunque con algunos componentes fabricados en Italia, China y Japón. De esta manera, en SWM han podido volver a producir rápidamente con una inversión mucho menor que si hubieran empezado de cero.
En Italia se diseña, se investiga y se experimenta, desarrollando los nuevos modelos, ensamblando en sus talleres y realizando todo tipo de pruebas, incluyendo el importante control de calidad, primero de los motores y después a nivel general de cada una de las motos que salen de las cadenas de montaje, hasta su posterior distribución.
Según palabras de Leandro Scomazzon (General Manager): En el cuartel general de SWM en Biandronno “Abrimos el gas” y ahora estamos decididos a conquistar el mercado italiano. Sabemos que es una gran ilusión, que no será fácil, pero de entrada, la respuesta de otros países es positiva”. El objetivo que se han propuesto este año es fabricar seis mil motocicletas, para ello, además de las enduro, RS 300R y RS 500R, se presenta una RS 125R 4T, ampliándose el catálogo con nuevas motocicletas en los segmentos Trail, Supermoto, On Road, Clásica y Vintage, con precios competitivos para todos los presupuestos.
Después de una interesante visita por las principales áreas de la fábrica, pudimos comprobar que las tres cadenas de montaje se encuentran trabajando con el ensamblaje de los nuevos modelos, que muy pronto estarán disponibles en los concesionarios.
La SuperDual 650 se encuentra en plena producción, precisamente con este modelo off-road pretenden en estos momentos tirar del carro comercialmente hablando, vamos a ver como es y como se comporta.
SUPERDUAL 650
Partiendo de la base de la conocida Husqvarna TE 630 4T, y con la idea de ofrecer una auténtica Trail Off-road recuperando la filosofía de las de antes, es decir, motos realmente polivalentes, que nos permitan lanzarnos a la auténtica aventura, no sólo hacer pistas buenas, todo lo contrario, meterse por senderos e incluso con el piso realmente roto y complicado. Poder rodar también por carreteras de curvas o nacionales a un ritmo de crucero mas que correcto, y a la vez, desplazarse por ciudad, es un espíritu que representaban en su momento las auténticas Trail al estilo de las Yamaha TT o Honda XR, precisamente estas son las principales premisas, aunque evidentemente puesta al día, con las que se ha desarrollado esta SWM SuperDual.
La Superdual nace con este concepto directamente adquiriendo la base de su hermana más endurera, la SWM RS650R, transformándola adecuadamente en una auténtica Trail, un modelo que presenta una sencillez en sus líneas, pero a la vez se exhibe bien equipada, volviéndose interesante y tentadora.
DOS VERSIONES: SUPERDUAL T Y X
La Superdual se comercializa en dos acabados distintos, por un lado la T, con un aire más viajero, luciendo una combinación de colores en negro y gris en su gran deposito de 18 litros y carrocería, junto con un adecuado asiento de doble altura, la parte delantera más baja, con 890mm de distancia al suelo, y una parte trasera más alta. Igualmente, si queremos modificar dicha altura es posible con el montaje de otro asiento. Otra diferencia la encontramos en las ruedas y sus llantas de aluminio, la delantera de 19” y la trasera de 17” equipadas con unos neumáticos de carretera Metzeler Tourance. Mientras que el modelo X presenta una carrocería en color rojo, combinado blanco y negro, y que en este caso, en las ruedas, encontramos unas llantas de 21” la delantera y de 18” la trasera, equipadas con neumáticos Metzeler Enduro 3 Sahara, más enfocados a una utilización off-road.
Aparte de otros pequeños detalles, la parte ciclo es la misma en las dos versiones, manteniéndose muy similar a la anterior Husqvarna, es decir, con un chasis tipo tubular de doble cuna, fabricado en acero y pintado en un llamativo color rojo, con un subchasis y basculante en aluminio, acompañado por unas suspensiones firmadas por Fast-Ace, con horquilla telehidráulica invertida de perno avanzado, barras de 45 mm de diámetro y 210mm de recorrido, que ofrecen la posibilidad de regulación tanto en hidráulico como en extensión. En la parte trasera, encontramos un monoamortiguador Sachs, con sistema de bieletas, que se puede ajustar tanto el reglaje del hidráulico de compresión en alta como baja velocidad, con el que obtenemos un recorrido de 270mm.
Para la frenada tenemos un disco de freno delantero hidráulico con pinza flotante de Brembo de 300mm, con sistema ABS, mientras que detrás dispone de un sistema hidráulico con una pinza flotante y disco 220mm.
MOTOR: UN MONOCICLÍNDRICO CONOCIDO
El motor de carrera larga, es el conocido monocilíndrico de 600cc 4 tiempos empleado en la anterior TE, de doble eje con 4 válvulas, refrigeración líquida, con dos radiadores y un electroventilador, alimentado por inyección electrónica Mikuni de D45, al que se le ha modificado el encendido y su correspondiente tapa. Sale de fábrica catalizado y homologado con la Euro4. Para el sistema de escape tiene dos líneas de colectores que se desplazan por debajo del chasis y que terminan en dos silenciosos en altura.
Este propulsor disfruta de cerca de unos 56cv a 7.500 rpm, no está nada mal teniendo en cuenta las restrictivas normativas anticontaminantes Euro4. También se ofrece en versión limitada a 26KW, unos 35,5cv, para los usuarios menos experimentados y carnet A2. Para el arranque, dispone exclusivamente de un motor eléctrico, que se pone en marcha pulsando su botón colocado en el manillar, una vez girada la llave de contacto. Respecto a la caja de cambios, esta es de seis velocidades, con un escalonado mas bien corto en las primeras velocidades y las restantes más largas, principalmente la sexta, que se accionan desde un embrague hidráulico, que responde con tacto y suavidad.
Destacar algunos de los elementos que equipa de origen, como unos estribos con buena superficie de agarre, tanto para el conductor, como para el pasajero, recubiertos con goma, alzas traseras, soporte para maletas, cúpula delantera paraviento, cubremanos, cubrecárter, luces de largo alcance con led y diversos protectores forman parte de los componentes de serie en la SWM modelo T.
A mejorar, vemos que el cuadro de instrumentos muestra poca información, y no dispone de algo tan importante en una moto de este tipo, como el testigo de nivel de combustible. Sí cuenta con dos caballetes, uno lateral y otro central, precisamente este, encontramos que deja la moto en una posición demasiado recta. Respecto a las maletas estas no nos acaba de gustar con un acabado demasiado sencillo.
PASAMOS A LA PARTE DINÁMICA
Subidos encima y antes de partir, nos damos cuenta de que la posición de pilotaje es cómoda, con una pose adelantada, quedando integrados entre el depósito y el asiento, lo que facilita su conducción y dominio.
Aceleramos, encontrando una respuesta del motor suave, con un sonido fino y bastante discreto que sale de sus dos silenciosos, mostrando una buena respuesta en todas las rpm, aunque su mejor partido se encuentra entre las 3.000 hasta las 6000rpm, sobre todo ofreciendo buenos bajos y medios, con una respuesta lineal, que la hace muy utilizable. Podríamos compararlo con el motor Rotax de la BMW, con similar suavidad, pero bastante más potente.
Como monocilíndrica que es, en marcha, nos llegan algunas vibraciones pero bastante moderadas. En la entrada de una recta, aceleramos con ganas, logrando fácilmente una velocidad de crucero correcta, para viajar alegremente, pero no esperes encontrar una gran patada típica de los mono, ya que simplemente, no la tiene.
Para los usuarios con experiencia, les permitirá ir rápidos y disfrutar con ella, aprovechando su poderío, mientras que los usuarios con poca destreza, disfrutarán por su suavidad y carácter realmente amigable, lo que les permitirá conducir confiados bajo una respuesta controlada, abriéndose a nueva experiencias a ritmo más tranquilo, incluso acompañados por un pasajero.
Destacar que la garantía es de 2 años, y los servicios de mantenimiento se realizan cada 5.000 kilómetros.
El conjunto de la parte ciclo se encuentra a la altura de sus prestaciones, contando con unas suspensiones que vienen de serie con un taraje deportivo, con poco hundimiento, pero priorizando más la comodidad que el pilotaje racing, tanto en carretera como en pistas, en un término medio para encajar entre dos terrenos tan diferenciados, practicando una conducción tipo aventura pero sin ir a buscar los límites. De hecho, en carretera secundaria de curvas se muestra estable, manejable y dinámica incluso con la rueda de 21”, permitiendo circular de manera rápida, ágil, con seguridad, apoyadas por unos neumáticos mixtos Golden Tyre GT 201, en la versión testada, que le aportan un buen límite, siempre y cuando no vayamos de carreras, con una frenada mas que correcta, con tacto y progresividad, contando con un ABS desconectable, que no es demasiado intrusivo. Tuvimos ocasión de probarlo en seco y más tarde bajo una intensa tormenta y nos convenció su frenada sobre todo en agua, por su eficacia y seguridad. Eso sí, para conducción off-road, mejor desconectarlo.
Lógicamente, debido a su naturaleza la SuperDual, se encuentra mejor en terreno off-road, con una parte ciclo que fue diseñada para un pilotaje endurero, bajo una posición de conducción adelantada y que permite moverse hacia delante y atrás al conducir de pie. Resaltar que cuenta con un peso inferior a otras trail del mercado que va desde los 169kg según fabricante y con equipamiento hasta 186kg, lo que facilita los movimientos y cambios de dirección con una soltura e inercias bastante más bajas que la mayoría de sus posibles anteriores rivales, junto a una suspensión que permite circular por terrenos irregulares con un taraje correcto y buena absorción de los baches en conducción alegre, y un motor bien utilizable, agradable, con bajos, poderío y tracción suficiente, que nos permitirá disfrutar con ella en nuestras salidas off-road de aventura, lógicamente, si buscamos abordar terrenos complicados, podremos hacerlo, pero en este caso vamos a necesitar disponer de un cierto nivel y buen estado físico.
En esta primera toma de contacto, podemos confirmar que la SWM Superdual no sólo luce una línea off-road, también es una auténtica Trail polivalente y lógica, pensada para auténticos entusiastas de la Aventura Off-road, sin por ello tener que gastarse un dineral, teniendo en cuenta que su precio bien equipada es de 8.100€, maletas laterales, pantalla de protección delantera, luces led supletorias y protecciones laterales entre otros gatgets incluidos.
En breve publicaremos los test de la gama 2017 de SWM 125R, 300R y 500R
Fuente: enduromagazine© Fotos: SWM©Milagro@