Hacía mucho tiempo que Yamaha no modificaba la mítica WR 250F, concretamente desde el año 2007, mostrando en aquel momento un impactante chasis en aluminio.
La historia de la WR ha estado marcada por grandes e importantes momentos entre los entusiastas endureros, tanto en competición como fuera de ella. Precisamente en el 2001 Stéphane Peterhansel ganó el Campeonato del Mundo de Enduro, le siguió Bergvall en el 2002 y 2003, junto a Merriman en el 2004.
La tardanza ha sido muy larga, pero podemos asegurar que la espera de la nueva WR 250F ha valido la pena. Yamaha ha realizado un trabajo extraordinario, contando con el diseñador Masato Yokoi Project leader de la marca, que ha conseguido obtener una innovadora y 100% moto nueva, una auténtica enduro racing, que hace honor a las siglas WR.
El concepto ha cambiado, si anteriormente encontrábamos una enduro para todo tipo de usuarios, pero realmente más cerca del enduro excursión que de la pura competición, al menos de origen, ahora sin modificaciones, dispondremos de un modelo más racing y competitiva que igualmente seguirá gustando a todo tipo de usuarios, sea cual sea su objetivo y nivel.
INNOVACIÓN
Lo primero que nos llama la atención es el innovador y compacto motor con el cilindro inclinado hacia atrás, con la culata montada al revés. Este propulsor visto en la Yamaha YZ 250F de MX ya ha triunfado en Europa y sobre todo en las competiciones del AMA en Estados Unidos.
Aprovechando la base de este competitivo motor, se ha modificado internamente para adaptarlo a la especialidad del enduro, con un aumento de la capacidad del aceite del motor de 1,1 litros, es decir, un 22% más que la YZ, con una tapa de cárter igual a la de la WR 450F, montando una caja de cambios de 6 velocidades, con unas relaciones abiertas bastante juntas, con un accionamiento preciso y directo, ayudando a aprovechar todo el potencial del motor.
Para la alimentación se utiliza el sistema de inyección electrónico, dirigido por una centralita evolucionada y ajustada específica para este modelo, contando con un nuevo encendido, que junto al escape, proporciona un aumento de la potencia y de las prestaciones respecto al mismo motor de la MX 2014. Nos sorprende el largo colector con un diseño serpenteado hasta llegar al silencioso, este queda muy bien protegido de los golpes y ayuda a obtener unos buenos bajos. Remarcar que el ruido del silenciador queda bastante contenido.
Precisamente el carácter del motor se puede variar fácilmente al conectarlo en el Power Tunder, un aparato opcional que nos ofrece diferentes configuraciones para poder adaptarlo a las diferentes condiciones del terreno o a nuestro estilo de pilotaje.
La puesta en marcha se realiza tanto a patada como con el botón del arranque eléctrico, dicho motor está instalado delante del cilindro y de fácil acceso. Presionando el botón de arranque se conecta el contacto y se pone en marcha, y cuando paramos el motor el sistema se apaga automáticamente después de 1 minuto. A la vez, el sistema del descompresor se ha visto optimizado.
En el radiador encontramos un práctico electroventilador que permite mantener siempre la temperatura ideal de trabajo. Por lo que respecta al accionamiento del embrague, se realiza a través de cable, típico en la marca, contando con un nuevo y enorme mando regulador para poder tensar o destensar, aunque ahora muestra un tacto y precisión notable, siendo menos cansino de lo que podríamos esperar. Internamente se han instalado diversos componentes específicos para obtener una buena efectividad y fiabilidad tras un uso intensivo de enduro.
En el centro de la moto, se ha colocado el depósito de combustible con una capacidad de 7,5 litros, suficiente para recorrer más de 100km/h. Gracias a esta modificación, se ha aprovechado el espacio delantero para colocar el filtro del aire, fácilmente accesible por arriba, sacando la tapa superior sujetada con tres anillas que al girarlas con la misma mano, nos permiten acceder al filtro.
Igualmente los mismos aletines del radiador hacen de soporte, mientras que en la parte derecha encontramos una buena boca de entrada de aire directa hacía el airbox, ayudando de manera importante a la perfecta respiración de la admisión, proporcionando la máxima aceleración.
Al final de la tapa del filtro, encontramos un estrecho y plano asiento dividido en dos partes, una de ellas se puede levantar, encontrando debajo el tapón de la boca de llenado de la gasolina y el tubo de respiración, donde apreciamos que recién estrenada la moto, al intentar quitar la tapa va un poco dura.
Le sigue un largo y cómodo asiento, acompañando a una nueva carrocería muy minimalista y delgada, que solo se muestra algo más ancha en su parte frontal, debido a la medida del radiador, permitiendo sentarnos en posición muy adelantada, al ataque y acoplarnos perfectamente a ella. El guardabarros es de nuevo diseño, así como la gráfica decorativa de los adhesivos, que sin perder los colores racing originarios de la marca de los diapasones, irradia una estética muy atractiva y actualizada.
Con todos los mandos a mano disponemos de un manillar sin barra central que viene protegido con una espuma, además posibilita encontrar una correcta regulación al permitir variar su posición en cuatro opciones distintas. Encontramos a faltar los prácticos paramanos que no se incluyen de serie, en cambio sí que incorpora un práctico y generosos protector de los bajos del motor y chasis.
A nivel de instrumentación lleva lo mínimo imprescindible, con un velocímetro digital junto con una luz de reserva y de aviso de fallo eléctrico. Para la placa y la luz frontal aprovecha la misma de la WR 450F, al igual que luce detrás dos pequeños leds, bien integrados para el freno y la luz de la placa de matrícula. Nos han gustado los pequeños y modernos pilotos intermitentes, que debido a su pequeño diseño, permite incluso dejarlos en su posición original, sin molestar.
La maneta de freno es más corta de lo normal, quedando más resguardada en caso de caída, pudiendo dosificar perfectamente la frenada con un solo dedo, gracias a un equipo de frenos Nissin, con unos discos Wave, destacando precisamente el trasero por su gran diámetro de 245mm, aportando una excelente frenada, muy potente pero fácilmente dosificable y efectiva.
PARTE CICLO
La parte ciclo destaca por utilizar un chasis de doble viga en aluminio, en el que se han modificado los soportes del motor buscando una mayor rigidez del conjunto, acompañado por un reducido sub-chasis del mismo material, que incorpora en su interior una pequeña batería de 12V6A.
Este chasis se complementa con unas suspensiones Kayaba, que ofrecen unas muy buenas sensaciones, mostrándose muy sensible en todo tipo de terrenos. La novedosa horquilla invertida de 48mm de 310mm de recorrido estrena la doble cámara, con una botella incorpora el aceite y con la otra el aire. Este elemento nos permite regular y personalizar en busca de un setting ideal para cada usuario.
En la parte trasera, disponemos de un sistema monocross con bieletas, montando un amortiguador 4 milimetros más largo que en el modelo de MX, con un muelle optimizado, aumentando también su recorrido hasta 10mm, sumando un total de 318mm a la rueda trasera, todo ello completado por un ligero basculante en aluminio. La rueda trasera es de 18”, utilizando en los dos trenes los efectivos neumáticos Metzeler Six Days Extreme.
SENSACIONES PARTE CICLO
La posición de conducción es bastante adelantada, con unos estribos de buena medida y cómodos, encontrando todos los mandos fácilmente, mostrando una conducción ideal para el ataque, dejando las rodillas algo más dobladas, sobre todo en las personas altas.
La parte ciclo se muestra muy estable, beneficiada por una ideal centralización de las masas, sobre todo por la posición del depósito y del motor, aportando una elevada estabilidad y una agilidad sorprendente, tanto lineal como en las curvas, permitiendo efectuar los cambios de dirección con gran rapidez, dinamismo y fidelidad a nuestras solicitudes, permitiendo realizar grandes tumbadas.
Aunque gira adecuadamente, se podría mejorar algo su ángulo de giro en aquellas zonas más cerradas y técnicas trialeras. El peso total sin líquidos, es aproximadamente de unos 112kg y aunque no es la más ligera, gracias a su excelente equilibrio y reparto de peso general, queda perfectamente compensada.
Al pilotarla, nos aporta una gran seguridad y confianza desde los primeros momentos, con una óptima rigidez de chasis y suspensión que nos permite ir a fondo, sin movimientos extraños, nos facilita saltar con gran soltura al disponer de una suspensión que absorbe perfectamente todos las irregularidades del terreno, aunque sea muy roto o pedregoso, transmitiendo muy bien las sensaciones y copiando perfectamente todas los defectos del terreno, mostrándose además cómoda. De la parte trasera, la notamos muy ligera, junto con una gran tracción, que nos permite subir por fuertes pendientes sin escarbar.
SENSACIONES MOTOR
El motor nos sorprendió mucho por su rendimiento y cómo transmite la alta potencia, al abrir el gas la moto responde con gran rapidez y fuerza, desde pocas revoluciones, mostrando unos bajos correctos, y unos medios y altos excelentes, acelerando muy rápido y directo, subiendo de vueltas de manera lineal, sin mostrar ningún fallo en la transición de la potencia, incluso al subir en alturas, esta sigue invariable.
Si queremos marcha de verdad, no hay problema, el propulsor de la 250 4T nos invita a practicar una pilotaje a fondo sin contemplaciones, llegando a circular realmente deprisa. Si en algún momento dejamos caer demasiado las revoluciones, con una mínima insinuación de embrague, se recupera al instante y sale nuevamente como un cohete. También nos ayuda a superar con habilidad los obstáculos, ya que con un golpe de gas fácilmente se levanta del tren delantero, ascendiendo con suma fluidez.
RESUMEN
En resumen la nueva enduro racing de Yamaha, la WR 250F 2015, gustará mucho por sus cualidades técnicas, tanto a pilotos que con una mínima puesta a punto podrán competir con buenas garantías de éxito, pero a la vez los usuarios de salidas endureras dispondrán de una moto ideal, tanto si van a practicar auténtico enduro, como si solo realizan excursiones, sin necesidad alguna de efectuar modificaciones. La nueva Yamaha es una moto de calidad, divertida, ligera y fácil de llevar, que se podrá adquirir a partir del mes de febrero en la red oficial de Yamaha por 8.699€.
Destacar que Yamaha también ha preparado para aquellos usuarios que deseen personalizar la moto, un completo catálogo de accesorios Racing, GYTR, como escape y silencioso especial Akrapovik, guía cadenas, protector de disco, MX Power Tuner, entre otros elementos.
Fuente: enduromagazine.com Fotos: Yamaha-Motor.es